Recién salido el nuevo Informe COTEC sobre la Economía Circular en España 2025, presento algunos de los puntos más importantes y un resumen general.
La Economía Circular es una de las grandes transiciones en las que debemos estar inmersos, y es una línea prioritaria para asegurar la resiliencia y la competitividad. El modelo económico que hemos heredado, anclado aún en el obsoleto paradigma lineal, nos ha llevado a una realidad insostenible: España necesitaría un volumen de recursos naturales equivalente al de 3,6 planetas como la Tierra para sostener su nivel actual de consumo. Este dato, extraído del análisis de la Huella de Consumo, subraya la urgencia de reorientar nuestros patrones hacia modelos regenerativos.
El camino hacia la circularidad es un imperativo estratégico y no una opción, exigiendo fuertes inversiones públicas y privadas, y la implementación de medidas horizontales y transversales para impulsar un cambio de cultura en todos los niveles, desde las grandes corporaciones hasta la ciudadanía.
Desacoplamiento y la cruda realidad de los indicadores sistémicos
Para medir el progreso en esta transición, la Unión Europea (UE) ha evolucionado sus marcos de seguimiento (Marco de 2023), incorporando indicadores sistémicos que miden los impactos ambientales, climáticos y socioeconómicos. Al analizar el estado actual de España, encontramos luces y sombras claras:
Las luces: eficiencia y desacoplamiento parcial
España ha logrado desacoplar parcialmente su crecimiento económico de las presiones ambientales derivadas del uso de materiales. Esto significa que, como país, producimos más riqueza utilizando menos materiales que hace una década.
- Productividad de recursos: La eficiencia española es significativamente superior a la media de la UE-27, alcanzando en 2024 un valor de 3,53 € generados por cada kilogramo de material utilizado, frente a los 2,99 €/kg de la media europea.
- Huella material reducida: La mejora en la eficiencia del consumo de materiales se confirma con la reducción de la huella material: España pasó de 13,47 toneladas per cápita (t/pc) en 2010 a 7,98 t/pc en 2023, situándose por debajo de la media europea de 14,07 t/pc.
- Descarbonización y productividad PIB/GEI: La trayectoria de la productividad en función de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (PIB/GEI) es positiva y ascendente, indicando un proceso de descarbonización en marcha, aunque aún se requiere mayor intensidad para alcanzar los objetivos del paquete de la UE.
Las sombras: la asignatura pendiente de la circularidad real
A pesar de los logros en eficiencia, persisten desafíos estructurales que frenan el avance hacia un modelo de ciclo cerrado:
- Huella de consumo insostenible: La Huella de Consumo, que mide los impactos a lo largo de todo el ciclo de vida (incluyendo tierra, agua, y emisiones), sitúa a España en 3,6 planetas, muy próxima a la media europea (3,28). Este es uno de los cuatro indicadores que la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) considera totalmente incumplidos, subrayando que estamos lejos de operar dentro de la capacidad regenerativa del planeta.
- Baja tasa de uso circular de materiales (UCM): El UCM es uno de los indicadores más importantes y, a la vez, uno de los que la AEMA considera totalmente incumplidos. España se sitúa por debajo de la media europea, con solo un 8,5% en 2023, muy lejos del objetivo de la UE de duplicar la tasa al 23,4% para 2030.
- Gestión deficiente de residuos municipales: España solo recicla el 41% de sus residuos municipales (datos de 2023), una tasa muy inferior al objetivo de la UE del 55% para 2025 y el 60% para 2030. Adicionalmente, España duplica la media europea en residuos depositados en vertederos (223 kg/pc en 2023), con el riesgo de incumplir el objetivo comunitario de no superar el 10% para 2035. De hecho, el sector de la construcción es el que mayor cantidad de residuos genera en España, seguido por la minería y canteras.
El Marco Regulatorio: la palanca del cambio
La transición normativa de la UE está evolucionando de un enfoque tradicional en el «flujo de residuos» hacia una visión que abarca todo el ciclo de vida de los productos.
Avances normativos de la UE: del diseño al consumo
Recientemente, la UE ha aprobado normas clave que inciden en las fases superiores de la cadena de valor:
- Ecodiseño para productos sostenibles: El Reglamento (UE) 2024/1781 establece un marco fundamental para los requisitos de diseño ecológico, vital para lograr la prevención de residuos y el uso racional de recursos.
- Derecho a reparar: La Directiva (UE) 2024/1799 promueve la reparación de bienes, aunque ha sido criticada por su falta de ambición.
- Empoderamiento del consumidor: La Directiva 2024/825 busca empoderar a los consumidores con mejor información y transparencia, mientras combate activamente el greenwashing.
- Normativa de residuos: El nuevo Reglamento (UE) 2025/40 sobre envases y residuos de envases busca armonizar y reducir la complejidad regulatoria, reforzando la perspectiva preventiva.
Estrategia nacional y fondos PERTE
España ha alineado sus políticas mediante la Estrategia Española de Economía Circular (EEEC) y sus Planes de Acción (I PAEC 2021-23 y II PAEC 2024-2026), que introducen reformas y cuantiosas inversiones.
Un elemento clave es el PERTE en Economía Circular, que cuenta con un presupuesto final de 490 millones de euros (gracias a la adenda del PRTR) para impulsar la circularidad en sectores clave como el textil, plástico y bienes de equipo en energías renovables, además de actuaciones transversales en la empresa. A esto se suman los cerca de 940 millones de euros distribuidos a las comunidades autónomas para apoyar la implementación de la EEEC y la normativa de residuos.
La fiscalidad como incentivo y la tasa de incumplimiento local
La Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular (LRSCEC) ha establecido figuras impositivas esenciales para incentivar la transición y reflejar los costes ambientales:
- Impuesto especial sobre envases plásticos no reutilizables, actuando en el origen de los productos.
- Impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos, la incineración y la coincineración, actuando en la fase final de eliminación.
- Tasa local de residuos, con la obligación de que sea específica, diferenciada y no deficitaria, y que permita implantar sistemas de Pago por Generación para concienciar al sujeto sobre los costes reales de gestión.
El reto de la gobernanza local: A pesar de este marco exigente, la aplicación efectiva de la normativa es el principal desafío estructural. Existe un «escaso grado de cumplimiento» de la Ley 7/2022 por parte de las Administraciones locales, donde solo el 16,8% de los municipios analizados tienen ordenanzas actualizadas y muy pocos cuentan con programas de gestión y prevención de residuos. Este bajo cumplimiento pone en peligro los objetivos de circularidad. Además, sigue siendo la asignatura pendiente del Estado español el desarrollo de nuevos regímenes de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) para flujos clave como textiles, muebles y enseres, plásticos agrarios y artes de pesca.
La visión empresarial: transparencia y el mandato CSRD
La transición circular ya no es opcional para el tejido empresarial; es un imperativo estratégico para la competitividad y la resiliencia.
La entrada en vigor de la Directiva sobre Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSRD) y la Norma Europea NEIS E5 (Uso de los recursos y economía circular) elevan drásticamente las exigencias de transparencia y rigor.
- Compromiso y estrategia: El 100% de las grandes empresas analizadas identifica activamente Impactos, Riesgos y Oportunidades en su cadena de valor. El 92,05% presenta planes o estrategias con objetivos medibles en EC.
- Acciones tangibles: El ecodiseño y la minimización de residuos son focos principales: el 98,86% informa sobre medidas preventivas. El 100% detalla acciones para optimizar la gestión de residuos y mejorar la eficiencia de recursos (energía, materiales, agua). Un notable 96,59% invierte en recursos renovables, principalmente energía.
- El gran salto faltante: Persiste una dificultad en la cuantificación y estandarización. La información sobre sustancias extremadamente preocupantes y, especialmente, la generación de microplásticos, es aún muy escasa (solo 5,68% de las empresas informa sobre microplásticos generados). La exposición de la información financiera atribuible a la EC sigue siendo incipiente.
Conclusiones: el rumbo y la urgencia
Estamos en un avance lento, pero constante, hacia un modelo menos intensivo en recursos. Sin embargo, la persistencia de desafíos estructurales, como el bajo UCM y el incumplimiento en la gestión de residuos municipales, nos exige acelerar el ritmo.
Para romper definitivamente con los patrones lineales y lograr el desacoplamiento económico del consumo de materiales, se requieren acciones contundentes:
- Reforzar la gobernanza local: Es urgente revertir el bajo cumplimiento normativo de los municipios y brindar apoyo técnico y financiero para la implementación de tasas con criterios de Pago por Generación.
- Impulso a la innovación y el marco legal: Es fundamental aumentar la inversión en I+D+i para fomentar el ecodiseño y desarrollar nuevos modelos de negocio (servitización, remanufactura), y se debe legislar de forma efectiva el «derecho a reparar».
- Transparencia sistémica: Se necesita una estrategia nacional del dato en gestión de residuos y que las empresas inviertan en sistemas de medición robustos para cumplir con el rigor de la NEIS E5, especialmente en la cuantificación de materiales vírgenes, secundarios y la trazabilidad de flujos complejos.
La Economía Circular ya no es un debate, es la hoja de ruta para la sostenibilidad y la competitividad futura. Solo un esfuerzo coordinado y una ambición elevada en todos los niveles—desde la legislación europea hasta la gestión de residuos en el municipio más pequeño—nos permitirá alcanzar los objetivos de 2030 y operar dentro de los límites de un único planeta.
