II Plan de Acción de Economía Circular

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El II Plan de Acción de Economía Circular (2024-2026) está en elaboración por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, representa un esfuerzo significativo para impulsar la transición de España hacia una economía más sostenible y circular. Este análisis pretende evaluar sus puntos fuertes, áreas de mejora y proponer recomendaciones para que el plan sea un verdadero instrumento estratégico en la transformación circular de la economía española.

Puntos fuertes del documento

El plan destaca por su enfoque integral en la economía circular, abarcando áreas clave como la producción, el consumo, la gestión de residuos, el uso de materias primas secundarias y la reutilización del agua. Es curiosa la inclusión de algunos agentes como Paradores, los guiños al sector ferroviario y algunos otros detalles puntuales novedosos.

Este enfoque holístico es esencial para abordar la complejidad de la economía circular. Además, la participación de actores multisectoriales garantiza un enfoque inclusivo que refleja las necesidades de diversas industrias y sectores productivos.

El énfasis en la investigación y la competitividad es también un punto destacable. El plan fomenta la innovación en procesos productivos y modelos de negocio, facilitando la adopción de tecnologías avanzadas que optimicen los recursos y minimicen los residuos. Asimismo, las medidas relacionadas con la transición energética y el ecodiseño fortalecen la capacidad de la economía española para cumplir con los objetivos de descarbonización, integrando la sostenibilidad en los productos desde su concepción.

Finalmente, se incluye una buena estructura (sin finalizar) de mecanismos de seguimiento y evaluación, con indicadores claros para medir los avances, lo que proporciona transparencia y facilita la toma de decisiones en función de los resultados obtenidos.

Puntos débiles del documento

Aunque el documento cubre una amplia gama de sectores, algunas áreas críticas quedan insuficientemente tratadas o no están suficientemente detalladas. Por ejemplo, la movilidad sostenible y su impacto en la economía circular apenas se menciona. Este sector, que incluye el transporte y la infraestructura, es clave para la transición hacia la circularidad debido a su alta dependencia de los recursos fósiles y su potencial para reducir emisiones si se aplican modelos circulares. Otro sector relevante que merece más atención es el agrícola y ganadero. Si bien el plan aborda de manera general la bioeconomía, la circularidad en estos sectores requiere mayor desarrollo, dado su impacto en el uso de recursos naturales y la generación de residuos orgánicos.

Por otro lado, algunas acciones del plan carecen de concreción, lo que dificulta su implementación efectiva. Faltan plazos claros y estrategias detalladas para algunas de las medidas, lo que puede reducir la eficacia del plan a la hora de alcanzar los objetivos propuestos. Además, aunque se mencionan varias fuentes de financiamiento, la dependencia de fondos europeos podría ser un riesgo si no se cuenta con una estrategia financiera alternativa en caso de posibles retrasos o insuficiencia de estos recursos.

Por otro lado, el plan no explora de manera suficiente los efectos sociales de la transición a una economía circular. Áreas como la generación de empleo verde, la reducción de desigualdades sociales o la inclusión de comunidades vulnerables son aspectos cruciales que deberían desarrollarse con más profundidad. Me falta algo más de desarrollo en este aspecto.

Recomendaciones y mejoras

Para convertir este documento en un verdadero plan de acciones estratégico, en lugar de un listado de medidas, es necesario incluir algunos elementos adicionales que lo hagan más claro, coherente y dirigido hacia resultados concretos. Aquí algunas recomendaciones:

  1. Visión, misión y objetivos SMART

El plan tiene una introducción clara y continuista respecto al plan anterior y la estrategia definida en 2020. Pero, bajo mi punto de vista, debería dar un paso más allá y ganar en más ambición con una visión y misión claras (puede que en este aspecto me pierda fin espíritu industrial) lo echo en falta.

Además, avanzando más en este sentido, los objetivos deben ser SMART (específicos, medibles, alcanzables, realistas y con un tiempo determinado). Estos objetivos deben establecerse tanto a nivel global como sectorial, para que cada acción tenga una meta clara.

Es cierto que la EEEC establece 6 objetivos para 2030 con una evolución dispar, pero los veo muy amplios y creo necesario bajar al detalle en los diferentes ejes y líneas del plan.

  1. Estrategias de implementación

El documento debe proporcionar estrategias detalladas de implementación para cada sector clave (como agricultura, energía, construcción, turismo, etc.). Esto incluye:

  • Fases de implementación, indicando qué acciones se priorizan.
  • Interdependencias entre las medidas.
  • Responsables y colaboradores para cada acción.

Este enfoque estructurado garantizaría que el plan no solo enumere acciones, sino que describa cómo se van a llevar a cabo en la práctica.

  1. Plan de financiación claro

El plan debe contar con un plan financiero detallado. Cada acción debe tener un presupuesto estimado y se deben especificar las fuentes de financiación (fondos públicos, privados, europeos, etc.). También es crucial incluir estrategias de financiación alternativa en caso de que los fondos europeos sean insuficientes o se retrasen.

  1. Mayor integración de la movilidad y el sector agrícola

La movilidad, especialmente el transporte, debería ser un eje prioritario. Recomiendo incluir:

  • Fomento del transporte eléctrico y compartido.
  • Creación de infraestructuras para el reciclaje de baterías de vehículos eléctricos.
  • Programas de movilidad circular, incentivando la servitización (uso compartido de vehículos en lugar de su propiedad).

En el caso del sector agrícola, se debe profundizar en la agricultura regenerativa y en los ciclos cerrados de nutrientes, promoviendo prácticas de compostaje, biofertilización y tecnologías de precisión que optimicen el uso de agua y minimicen los insumos externos.

  1. Digitalización y nuevas tecnologías

Es importante integrar más fuertemente el papel de las tecnologías digitales en la transición a la economía circular. Esto incluye:

  • Uso de IoT y blockchain para la trazabilidad de materiales y productos.
  • Creación de pasaportes digitales de productos, que faciliten su reciclaje y reutilización.
  • Implementación de inteligencia artificial para optimizar el uso de recursos y procesos industriales.

  1. Cambio de comportamiento del consumidor

Un verdadero plan de economía circular debe abordar el cambio en los hábitos de consumo. El plan trata de recogerlos en el punto 6, con un abuso de términos como: campañas, estudios, desarrollará, realizará, analizará… y faltos de objetivos concretos y compromisos claros.

Considero que punto crítico deja cojo al plan.

  1. Mecanismos de monitoreo y evaluación

Se deben definir con más precisión los mecanismos de monitoreo y evaluación. Cada acción debe estar vinculada a indicadores clave de desempeño (KPI) y debe establecerse un cronograma detallado para su seguimiento. Además, es necesario implementar un sistema de revisión periódica, que permita realizar ajustes sobre la marcha si los resultados no son los esperados.

Respecto a los plazos de revisión, he visto 2 ámbitos: anuales o del trienio. Lo siento, me parecen muy amplios y deberían valorar acortar estos plazos, según los casos particulares.

Conclusión

El II Plan de Acción de Economía Circular (2024-2026) establece una buena base para la transición hacia un modelo circular, pero para ser un verdadero plan de acción debe convertirse en un documento estratégico que combine visión, objetivos claros, fases de implementación, presupuesto definido y responsables asignados. La integración de sectores clave como la movilidad, la agricultura y la digitalización, así como un mayor enfoque en la participación ciudadana y la educación, harán que el plan sea más efectivo y adaptable a los retos actuales.

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