¿Economía Circular en mi empresa? ¿Por qué?

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La Economía Circular y la empresa tienen una clara relación, solo unas preguntas:

¿Quién no se preocupa en su empresa porque los recursos (materiales, energía, tiempo,…) se utilicen de forma correcta y eficiente?

¿Quién no se preocupa cuando las máquinas, equipos técnicos o equipos de climatización no funcionan con eficiencia y consumen más recursos de los debidos?

¿O quién no adopta medidas de ahorro  en energía, agua o gestión de residuos?

¿O quién no optimiza las materias primas de su empresa?

Todo esto es Economía Circular, y más.

Así que cuando un empresario me pregunta qué es la Economía Circular le digo: “Todo lo que haces para que tu empresa sea más rentable económica y medioambientalmente”, porque los dos conceptos no están reñidos, aunque muchos no se lo crean.

Día a día, ya hacemos Economía Circular en nuestras empresas.

EL PROBLEMA

El problema es que muchas de estas acciones que realizamos en nuestras empresas no se hacen de forma sistemática y organizada:

  • Al reducir el consumo de energía o agua para obtener el mismo producto o servicio, ahorramos en costes, además de reducir nuestra huella de carbono o hídrica.
  • Si utilizamos menos materia prima o incorporamos un porcentaje de material reciclado, es más que probable que el coste se vea reducido, así como el impacto sobre el medio ambiente al usar menos materiales vírgenes.
  • Los residuos de nuestra actividad pueden servir a otras empresas como materia prima. Con esto conseguimos reducir los materiales que llegan a los vertederos o incineradoras, así como reducir el coste de la gestión de residuos. Incluso podemos obtener un beneficio económico, ¿por qué no?
  • No hemos pensado nunca en recuperar productos nuestros de nuestros clientes, cuando ya no los quieren o necesitan. Si lo hacemos, podemos reutilizar muchos de sus componentes que estén en condiciones. Además de saber cómo se han utilizado y posibles fallos. ¿Esto es ahorro de costes? Seguro que sí, además de conocimiento de nuestros productos. Y además, reducimos el impacto medioambiental.
  • Todas las empresas reutilizan los palés, ¿y las cajas o contenedores que traen los materiales a nuestra empresa?, ¿por qué no? Ahorramos en la compra de embalajes y reducimos residuos. ¿Es un beneficio o dos? Otra práctica extendida en algunos sectores es el uso de embalajes retornables.
  • ¿Y las bolsas de plástico? ¿Cuál es el problema: el plástico o el uso que hacemos de él? Si se reutilizan, ya no tenemos problema. Y si se rompen, nos preocupamos por reciclarlas. Volvemos al beneficio económico y ambiental.

PERO SI YA LO HAGO

Muchas de estas acciones, por no decir la mayoría, ya se hacen en nuestras empresas. Pero no de forma ordenada y buscando el doble beneficio.

  • Una empresa busca el ahorro energético, pero no se preocupa por la reducción de residuos. O viceversa.
  • Otra busca cómo reducir la dependencia de materias primas e incorpora materiales secundarios, pero no valora reincorporar componentes propios ya usados por sus clientes. O viceversa.
  • Otra empresa más, reutiliza sus embalajes y optimiza su logística, pero no estudia cómo valorizar sus residuos. O viceversa.

Hay muchos sectores con diferentes problemáticas y necesidades, pero les une el objetivo del beneficio económico y, por qué no, el medioambiental.

Desde el inicio del artículo no volví a hablar de Economía Circular, pero creo que no ha hecho falta. Creo que queda claro qué quiere decir “circular”

Los materiales no deben abandonar el círculo: reutilizando, reparando, refabricando o reciclando. Es una forma de mantener el mayor porcentaje del valor de los recursos que se emplearon para su obtención y no perderlo en un vertedero o en una incineradora. A parte del impacto ecológico que pueda tener.

SOLUCIÓN

Si hemos llegado juntos hasta este punto, es porque te interesa y ves posibilidades de mejora y beneficios para tu empresa y, también, el medioambiente. ¿Por qué no intentarlo? Hay opciones reales.

  • Habrá empresas que lo puedan hacer con su propia organización y solo necesiten un pequeño empujón para ponerse en marcha.
  • Habrá otras empresas que no tengan medios para hacerlo por sí mismas y necesiten algo más que un empujón.

Además, cada empresa es un mundo con sus características propias, por su sector, por su ubicación, por su equipo humano. No hay dos iguales.

Todo parte de un análisis previo para ver qué se está haciendo ya, qué necesidades hay y las posibilidades de conseguirlo.

Durante mis años de experiencia en economía lineal y circular, tanto en el sector industrial como en el sector servicios, sé que el día a día nos absorbe.

La producción o el servicio no pueden parar y las mejoras que se plantean a lo largo del proceso, flujo de materiales o sistema de calidad, necesitan de la colaboración de varias áreas, pero las tiene que dirigir alguien ajeno a las mismas, para mantener equidistancia. Será de la propia organización o no.

HOJA DE RUTA

En este momento es donde puedo aportar mi conocimiento y experiencia para establecer una hoja de ruta que incluya:

  • Diagnóstico inicial:
    • ¿Qué acciones ha realizado o está implantando la empresa, relacionadas con la circularidad? Valorar los objetivos alcanzados: económicos y/o medioambientales
    • Necesidades identificadas por parte de la empresa
    • Posibilidades de mejora u optimización: materiales, recursos, modelos de negocio.
  • Plan de acciones:
    • Se trabaja a partir del diagnóstico inicial, marcando acciones y prioridades.
    • El plan definido ha de tener indicadores que permitan ver la evolución, así como un responsable de llevar a cabo cada acción y un plazo temporal.
    • El plan de acciones es una herramienta de la empresa y del equipo que lo gestiona, más allá de los responsables de cada acción.
    • El trabajo del equipo es primordial para alcanzar los objetivos que se marquen.
  • Seguimiento:
    • El trabajo no finaliza al terminar el plan de acciones. El plan es un documento vivo, que en las diferentes revisiones que se realicen del mismo, puede incorporar acciones nuevas, según se identifiquen nuevas oportunidades.
    • Dentro de los plazos que establezca el plan, es conveniente revisar las acciones planteadas y recoger nuevas ideas de diferentes áreas de trabajo. Que el propio equipo ha de valorar.

EXTRA

Para el final he dejado una “propina”.

Incorporar la Economía Circular a nuestras empresas tiene un extra, más allá del beneficio económico y ambiental.

Mejora la reputación e imagen de la empresa.  Puede parecer banal, pero hoy en día es algo que hay que tener muy presente y que está ganado peso en la marca de una empresa: su imagen corporativa, su responsabilidad social empresarial.

Muchas empresas y clientes empiezan a valorar cuál es la posición e impacto de sus proveedores y colaboradores respecto al medio ambiente.

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3 comentarios en «¿Economía Circular en mi empresa? ¿Por qué?»

    • No podemos olvidar que las empresas son una de las tres patas del banco, junto a la sociedad y la administración. Muchas gracias

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