Mi familia y mis amigos saben que la cerveza es una de mis debilidades. Me gusta mucho probar cervezas nuevas siempre que tengo ocasión Y entre mis preferidas están las lager y las abadía. Pero no soy de los que llegan a un bar diciendo: “cerveza para todos, yo invito”. Por diferentes motivos: no conozco a todo el mundo, no me lo puedo permitir económicamente y no tiene porqué gustarle a todo el mundo la cerveza.
NO ES FÁCIL LEGISLAR (o no es cerveza para todos)
Algo parecido puede ocurrir con las medidas que se tomen desde la administración. No es fácil legislar y, en este sentido, se deberían dejar ayudar por las empresas y profesionales que están en el día a día de sus actividades.
Tenemos ejemplos de acciones que buscan soluciones circulares o sostenibles en diferentes ámbitos y que no siempre consiguen los objetivos perseguidos o aparecen otros no deseados.
Hace varios años en una ciudad de Países Bajos (con nombre impronunciable) se instalaron placas fotovoltaicas en todas las viviendas de la localidad como experiencia piloto. Se buscaba el autoconsumo energético, disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y eliminar su impacto medioambiental. Pero una consecuencia sorprendente de esta acción fue el aumento del consumo energético, ya que entre los ciudadanos se creó la falsa idea de que como era energía renovable, no contaminaba y por lo tanto podría consumir más. Fue un efecto boomerang con el que no se había contado al principio.
O LAS BOLSAS DE PLÁSTICO
Con las bolsas de plástico, podemos encontrar situaciones similares. Vaya por delante que no soy defensor de las bolsas de plástico, pero sí que creo que pueden ser parte de la solución.Cuando voy a las tiendas o a los supermercados, me suelo fijar en el uso de las bolsas y veo un cambio de hábitos, ahora usamos menos bolsas de plástico pero más de papel, es decir, el papel está sustituyendo al plástico. ¿Esto es circular o sostenible? Con las bolsas de plástico reciclado está ocurriendo algo parecido. En resumen, seguimos usando tantas bolsas como antes pero con un origen diferente en el material con el que están hechas.
Hay estudios muy diversos que suelen comparar diferentes tipos de bolsa: de plástico, de algodón, de papel o de plástico reciclado. Después de leerlos, la conclusión a la que llego es qué más allá del material con que estén hechas lo importante es el uso que hagamos de ellas. Es decir el material es importante, pero el uso lo es más aún.
Después de estos ejemplos lo que queda claro es que fórmulas sencillas y rápidas no existen para alcanzar los objetivos de la economía circular. Y lo que funciona para uno no tiene por qué ser bueno para otro. No existe el “cerveza para todos”, ni fórmulas mágicas.
TAMBIÉN OCURRE CON LAS EMPRESAS
Pues bien, esto mismo ocurre con las empresas. Igual que a todo el mundo no tiene por qué gustarle la cerveza, no todas las empresas tienen las mismas necesidades respecto a la economía circular.
Lo que en una empresa funciona no tiene por qué ser la mejor solución para otra empresa, sea del mismo sector o un sector diferente. A fin de cuentas, no hay dos empresas iguales.
En este sentido Circular Sprint es una herramienta a medida que nos permite acercarnos a la economía circular según nuestras necesidades y las características de nuestra empresa.
CONCLUSIÓN
Como conclusión final a este blog. Creo que lo más importante no es cambiar los modos y pensamientos actuales para poder acercarnos al modelo economía circular, sino cambiar para saber el cómo y porqué se están haciendo las cosas, para entenderlo. Si no lo hacemos así, no conseguiremos progresar en este cambio.
Es bueno dar el salto de combustibles fósiles a energías renovables, pero sin olvidar la eficiencia en el consumo energético.
Es bueno reducir los plásticos de un solo uso, pero sin incrementar el uso de otros materiales.
ENTENDER PARA APRENDER.
Ya lo decía mi profesor de lengua de bachillerato (Gracias Padre Melchor)
